Problemas,  perspectivas e innovación del trabajo académico en la universidad pública. Un  referente de análisis prospectivo
  
  Problems, perspectives and innovation of academic work at the public  University. A prospective analysis benchmark
Emilia Castillo Ochoa
Universidad de Sonora, México
emiliacastilloochoa@gmail.com
Gustavo Adolfo León Duarte
  Universidad de Sonora, México
  gustavoadolfoleon@gmail.com 
Mariel Montes Castillo
  Universidad de Sonora,  México
  marielmontescastillo@gmail.com
Lisseth Oliveros Rodríguez
  Universidad de Sonora,  México
  lolivero@guaymas.uson.mx 
Resumen
Este artículo aspira a contribuir a la reflexión sobre el ordenamiento institucional y la regulación del Estado en la articulación de las políticas de evaluación, financiamiento y cambio institucional aplicadas particularmente a la formación universitaria de profesionales y saberes, con el fin de desarrollar, producir y transmitir conocimientos. Para ello se discuten las condiciones y las argumentaciones del concepto de modernidad, donde está ubicado el quehacer de la universidad pública latinoamericana. Desde una óptica prospectiva, se aboga por una universidad transformadora e innovadora, que participe exitosamente en los procesos de generación, transferencia, intercambio y difusión del conocimiento mediante las TIC.
Palabras clave: investigación, Universidad, Estado, TIC, análisis  prospectivo.
  
  Abstract
  This article aims to  contribute to the careful consideration on the institutional system and the  Regulatory State in the articulation of evaluation policies, financing and institutional  change applied particularly to the University training of professionals and  knowledge, in order to develop, produce and transmit knowledge. So are  discussed the conditions and arguments of the concept of modernity, where the  work of the Latin American public University is located. From a forward-looking  perspective, it advocates a transformative and innovative University that  successfully participates in the processes of generation, transfer, exchange  and dissemination of knowledge through ICT.
Key words: research, University, State, Information and Communications Technology (ICT), prospective analysis.
Fecha recepción: Mayo 2015 Fecha aceptación: Diciembre 2015
  Introducción
  En la sociedad del conocimiento, la función del  intelectual y de las instituciones de educación superior son dos ejes  fundamentales que permiten enfrentar los retos que se presentan. Por ello es  relevante analizar las políticas públicas para la educación superior desde el  contexto de globalización, el cual exige a las instituciones desarrollar,  precisamente, nuevas formas de transmisión y producción de conocimiento.  Partiendo del contexto de globalización, actualmente se requiere una sociedad  construida a partir de conocimiento especializado, con especialistas de alto  nivel (personas de conocimiento), y donde el conocimiento es el bien de mayor  valor. Esto define a la sociedad del conocimiento como “una variedad de saberes  y experiencias (conocimientos) aplicados de un modo sistemático y deliberado a  la tarea de definir qué nuevos conocimientos se requieren, si su adquisición es  factible y qué se debe hacer para que el conocimiento del que ya se dispone sea  eficaz” (UNECSE, 2001, p. 6). El conocimiento, por tanto, se aplica a la  innovación sistemática para alcanzar una integración estratégica que tiene como  base el conocimiento y la experiencia de los individuos que conforman los  diferentes niveles productivos de una sociedad.
  La globalización económica a nivel de los mercados  financieros, es una realidad; sin embargo, dicha globalización va más allá de  la interdependencia económica pues abarca también las transformaciones de  tiempo y espacio de los individuos. La revolución de las comunicaciones y la  extensión de las tecnologías están estrechamente vinculadas al proceso  globalizador; los satélites e informática permiten la comunicación electrónica  e instantánea, beneficiando no solo las transacciones económicas, sino también  el modo de vida de las regiones. La globalización es un conjunto de procesos definidos  por factores económicos y políticos, que por una parte transforman la vida de  las sociedades y las instituciones sociales, y por otra, expanden sistemas y fuerzas transnacionales (Giddens, 2001). 
  La discusión actual sobre la función de la universidad en el crecimiento  económico y la sociedad del conocimiento, tiene sus antecedentes en el impacto  de la educación y el crecimiento económico, donde se sostiene que el capital  humano es esencial para el desarrollo de la sociedad. Dentro de los modelos de  crecimiento neoclásico están las aportaciones de Roustow y Solow, quienes  explican el crecimiento económico en relación con el incremento del empleo y  los acervos de capital, tomando en consideración el crecimiento constante de la  población como una de las variables principales pero dejando de lado otras, es  decir, el crecimiento económico lo relacionaban  directamente con el trabajo y el acervo de capital. Dicha postura es limitada debido  al reducido número de variables tomadas en cuenta dentro del crecimiento  económico; por su lado, otros autores incluyeron variables distintas, siendo  una de ellas la calidad de mano de obra, misma que permite alcanzar mayores  niveles de crecimiento (Lucas, 1988; Krugman 1993; Romer, 1986, 1994).
  Se piensa que el crecimiento económico es producto  no solo del binomio capital-trabajo, sino también del trabajo capacitado y el  acervo de ideas de una sociedad, denominado capital humano.
  Lo que haría más productivo al capital y al trabajo,  y que podría impactar en el crecimiento es la introducción de innovación  tecnológica surgida de la investigación y desarrollo que impacta en el  mejoramiento de los aprendizajes en el proceso de trabajo, así como también en  el proceso de aprendizaje y la educación, garantizándose, con el trabajo  calificado y el acervo de ideas, los cambios, avances y procesos de vinculación  y difusión entre la investigación, desarrollo y educación con el sector  productivo en general.
  Las ideas son consideradas, desde esta perspectiva  teórica, como bienes que favorecen el crecimiento económico con el apoyo de  innovaciones y nuevas ideas. Dichos conocimientos e ideas son apropiados a  partir de su uso, generando producción y reproducción. En este sentido, la  teoría de crecimiento endógeno otorga importancia a los procesos de aprendizaje  relacionados con el proceso productivo y a las inversiones que fortalecen la  educación e investigación, reafirmando la importancia de los recursos humanos junto  con los niveles educativos para coadyuvar en el crecimiento económico.
  Conocimiento  e innovación en la educación superior 
  La sociedad del conocimiento plantea la necesidad de  innovar en las organizaciones, lo que implica cambios en los procesos al  interior de las mismas. Cuando se plantea innovar se refiere tanto a las  organizaciones industriales modernas, como a la innovación social en el  desarrollo de instituciones (escuelas, universidades, servicios públicos y  relaciones laborales).
  Las innovaciones se relacionan con el avance  económico de los países y el nivel de productividad de las industrias, pero para  ello se requiere de conocimiento y habilidades; por lo tanto, para un país no  es suficiente con disponer de desarrollo tecnológico o capacidad organizacional  en los procesos de trabajo, sino que es vital tener el conocimiento que poseen  los individuos. El desarrollo de los países surge debido a las innovaciones  tecnológicas y sociales, además de la cultura de integración y conocimiento  puesta al servicio de la sociedad, es decir, la sociedad del conocimiento, la  cual es eje fundamental en una sociedad globalizada donde el conocimiento es  concebido como inversión de las naciones. El conocimiento es el factor número  uno en la producción, dejando de lado la relación capital-trabajo.
  Actualmente en nuestra sociedad, cuya organización está  basada en la producción y distribución de bienes, lo mejor sería que todos los  países pudiesen llegar a una etapa postindustrial construida sobre el  conocimiento y en la cual el desarrollo tecnológico en materia de información forme  parte de las transformaciones económicas, culturales y sociales ya iniciadas.
  En el contexto educativo se plantea que esto repercutirá  en innovaciones sobre la percepción del aprendizaje, las formas de adquirir el  conocimiento y transmitirlo, debido a que la sociedad y los estudiantes ya se  han incorporado al uso y manejo de información digitalizada y a las  tecnologías. Es una prioridad incorporar de manera más generalizada estas  innovaciones en las instituciones de educación.
  En la sociedad del conocimiento, el hecho de que las  instituciones de educación superior introduzcan las tecnologías de la  información permitirá que estas se puedan interconectar entre sí, lo que  incidirá de manera directa en la agilización de los intercambios de  información. Asimismo, el uso de estas tecnologías permitirá implementar nuevas  formas de adquirir el conocimiento, mismo que podrá ser certificado por las  instituciones educativas.
Algunas características necesarias para la  construcción de la sociedad del conocimiento son las siguientes:
En nuestra opinión, las características anteriores son  las necesarias para construir la sociedad del conocimiento, ya que de ellas se  desprende la relevancia que tendrán las IES en el desarrollo intelectual de la  sociedad, en la formación de recursos humanos altamente capacitados, así como  en el desarrollo de la ciencia y de la tecnología. De igual manera, de dichas  características surge la necesidad de innovar las concepciones de la sociedad  del aprendizaje, así como del aprendizaje social que es el que permite que el  conocimiento se interiorice. Esta interiorización del conocimiento es la que  genera los cambios de actitud y de valores que se traducen en cambios al  interior de las organizaciones e instituciones y en el desarrollo de  capacidades que pueden aplicar en su medio, así como adaptar de manera más  eficaz a su contexto que está en constante cambio.
  Aprendizaje  y formas novedosas de producción de conocimiento
  Dentro del contexto de cambio es relevante el  aprendizaje social, entendido como la acumulación y apropiación de habilidades  y capacidades en áreas emergentes de la ciencia y la tecnología en una  determinada fase de desarrollo económico, por lo que el aprendizaje social se  define como “un proceso que abarca a la sociedad y a la economía en su  conjunto, en donde ocurre la transferencia de conocimientos y tecnología y que  lo median y determinan las instituciones culturales y de educación superior”  (Didriksson, 2000, p. 25).
  Es importante el desarrollo del aprendizaje social  porque este se expresa en una determinada capacidad nacional de conocimientos,  de ciencia y tecnología. El aprendizaje se apropia socialmente y permite la  innovación tecnológica; a su vez, el aprendizaje vía transferencia de  conocimiento y tecnología se puede lograr mediante patentes y cambios  socio-institucionales en la educación superior.
  Las patentes permiten crear nuevo conocimiento, lo  que ha permitido evolucionar la economía de las naciones y, por su parte, los  cambios socio-institucionales en la educación superior tienen que darse a  partir de transformaciones en sus procesos y estructuras. Ambos aspectos son  necesarios para crear la sociedad y la universidad que se desean. 
  La educación superior se debe plantear como  objetivos la producción y transferencia de conocimientos. Para lograrlos se  requiere de importantes inversiones para producir conocimiento, formar recursos  humanos en nuevas áreas del conocimiento, así como elevar la calidad y  capacidad del personal académico y administrativo de las IES. 
  Los conocimientos en educación superior se ubican en  programas académicos, currículo y proyectos de investigación. Debemos recordar  que en el nuevo contexto el conocimiento adquiere un valor económico y el valor  social estaría dado por los trabajadores del conocimiento.
  El aprendizaje es la adquisición de conocimientos  que generan cambios de manera individual o colectiva. Visto así, el  conocimiento es adquirido de manera continua tanto al interior como al exterior  de la institución escolar. Asimismo, en la sociedad del conocimiento es  esencial tener acceso, usar y comunicar la información, así como utilizar de  manera adecuada el tiempo y plantearse un aprendizaje constante.
Otro aspecto a tomar en cuenta son los cambios en las formas de conocimiento que se han consolidado fundamentalmente en la Física, Química y Biología, y posteriormente y de manera más incipiente en las Ciencias Sociales y las Humanidades. Gibbons (1997) considera que abordar los cambios en la producción del conocimiento es importante. Para su análisis y distinción denomina Modo 1 al modo tradicional y Modo 2 al nuevo modo, considerado emergente, mientras que el tradicional continúa siendo el dominante.
Tabla 1. Formas de producción de conocimiento
| Modo 1 | Modo 2 | 
| Se solucionan problemas determinados por intereses académicos. | El conocimiento se produce para su aplicación. | 
| Es disciplinar. | Es transdisciplinar. | 
| Se caracteriza por la homogeneidad. | Organizado en forma heterogénea y de manera transitoria. | 
| Es jerárquico y preserva su forma. | No se institucionaliza en el contexto universitario. | 
| Utiliza un reducido número de actores para la solución de problemas. | Requiere de interacción entre un número suficiente de actores, y el conocimiento se difunde a través de la sociedad. | 
| Utiliza escasos mecanismos en control de calidad. | Utiliza un mayor número de instrumentos para su control de calidad. | 
| 
 | El proceso de conocimiento es más reflexivo (la preocupación por el impacto de la investigación es uno de sus prerrequisitos). | 
Fuente: Gibbons (1997).
Con respecto al modo 2, los principales aspectos a  considerar son que:
Esta es una tarea para todos los países con problemas  de baja producción de conocimiento y falta de aptitudes y tecnología para  acceder a este, el cual actualmente se encuentra disponible a través de las  tecnologías.
  Se deben revisar los contenidos de aprendizaje (lo que se aprende) y  diseñar para su implementación nuevos métodos de transmisión de los contenidos  de aprendizaje, es decir, “el cómo voy a acceder al aprendizaje, cómo se va a  transmitir” el aprendizaje planeado para la formación profesional; los procesos  de aprendizaje deben estar basados en la indagación, creatividad e interés del que desea aprender, por lo que se debe plantear  claramente qué se va a aprender, para qué y cómo; deberán interactuar  profesor-alumno en el intercambio de conocimiento donde se garantice el  aprendizaje y el avance del conocimiento de ambos y, por lo tanto, las  innovaciones de los sistemas educativos. En cuanto a los 0fines, contenidos,  métodos, evaluación y perfiles del profesorado, todos estos deben pasar por un  proceso de revisión y análisis.
  Es importante saber que dentro del futuro desarrollo  de una sociedad del conocimiento es necesario el desarrollo de capacidades tanto  sobre su realidad como tener capacidad para utilizar el conocimiento en el  proceso complejo de diseño y construcción del futuro, es decir, el conocimiento  debe tener un uso para el presente pero también debe ser facilitador del  desarrollo y cambio social, que solo puede lograrse con la apropiación social  del conocimiento y con los procesos de aprendizaje social que del anterior se  generen.
  En este proceso de transformación es esencial la  participación de los actores que coexisten en la estructura organizacional de  las IES, donde es fundamental la figura del académico. Dada su importancia es  necesario realizar una revisión del perfil que actualmente posee para que, a  partir de la información que se obtenga, elaborar las estrategias que permitan  adecuar dicho perfil a las nuevas necesidades, y asimismo revisar los efectos  de las políticas públicas que se han diseñado e implementado para dicho fin.
  Por otra parte, no debemos olvidar la importancia de  integrar las características requeridas de los sistemas de educación superior, las  transformaciones de las IES y de los actores, si se pretende lograr la  participación de la educación superior en la construcción de la sociedad del  conocimiento.
  Si bien es cierto que para el desarrollo de la  sociedad del conocimiento, este es visto como el principal factor de  crecimiento y progreso, la educación es el proceso que podrá asegurar el  desarrollo de las sociedades que sean capaces de explicar y comprender los  nuevos contextos y de construir el futuro; por lo que son inseparables la  educación, la ciencia y la tecnología para el desarrollo de este nuevo tipo de  sociedad. Por tanto, la excelencia y la calidad de la educación deben formar parte  de las políticas educativas de los gobiernos con la finalidad de mejorar el  capital humano, si queremos lograr el desarrollo de una sociedad del  conocimiento.
  El  enfoque de análisis organizacional para el estudio de los sistemas de educación  superior surge del propio sistema, es decir, por un lado de su objetivo  principal que es la producción y transmisión del conocimiento, y por el otro,  del estudio de los establecimientos, en cuanto partes del sistema, cuyas  funciones son llevadas a cabo por los actores que desempeñan roles específicos,  particularmente por los académicos, siendo su rol principal la producción y  transmisión del conocimiento.
  Debido  a lo anterior es importante el modelo de Clark para analizar los sistemas de la  educación superior, pues abarca de manera integral la función del sistema, a  través de los establecimientos, los actores, los roles y la organización de las  funciones, tomando en cuenta las diferentes interrelaciones que se dan a nivel  del sistema y de la institución, así como las jerarquías, los estatus  académicos, la autoridad y las creencias sin dejar de lado los agentes internos  y externos (Clark, 1987). Burton Clark propone, para abordar estudios  organizacionales de educación superior, la relación de coordinación política,  burocrática, profesional y de mercado a lo que denomina triángulo de  coordinación, donde ubica al Estado, al mercado y a la oligarquía académica, que  a su vez considera la existencia de diferentes niveles de autoridad:  departamentos, facultad, institución, gobierno local y gobierno nacional.
  En la  actualidad es necesario abordar nuevas agendas que nos aporten conocimiento y  nos permitan hacer propuestas de solución y desarrollo de los Sistemas de  Educación Superior, por lo que Burton Clark (1998) señala la necesidad de  ampliar el conocimiento en este campo. Es relevante señalar que en el campo de  la sociología de la educación sigue siendo pertinente retomar aspectos que para  el futuro inmediato son importantes, como son el crecimiento académico  sustantivo y la organización innovadora de las universidades. Por ello, este  autor plantea que “necesitamos saber  más sobre las universidades como organizaciones de aprendizaje, en las cuales  la autoevaluación y la autorregulación conducen a ciclos de autosuperación”(Clark,  1998, p. 94). Así, los campos de investigación de la sociología siguen siendo  las formas de organización del trabajo y desarrollo innovador de las  universidades; en esta misma línea está la propuesta de Brunner (2001) sobre  las transformaciones en educación superior para el desarrollo económico. 
  Transformaciones e innovaciones en la educación superior
  La  educación superior en algunos países y en Latinoamérica presentó problemas que,  fundamentalmente, tienen que ver con la relación Universidad-Estado, tales como  la no prioridad de la calidad, equidad y eficiencia. El Estado otorgaba el  financiamiento sin rendición de cuentas de parte de las instituciones, permitía  el libre acceso a la educación superior, y dejaba la regulación y  funcionamiento a los actores internos de la Universidad. 
  Actualmente  la relación Estado-educación superior se da a partir de dispositivos de  evaluación de resultados, por lo que el presupuesto es otorgado por  cumplimiento de objetivos, metas y evaluación de sus procesos y resultados. El  Estado sugiere a las IES que diversifiquen sus fuentes de ingreso para que  incrementen su presupuesto. 
  Para  el estudio de la relación globalización-educación, debe concebirse a la  globalización como “parte del entorno donde se desenvuelve la educación,  afectando dimensiones relevantes del contexto en el cual ella opera y al que  debe responder y adaptarse” (Brunner, 2001, p. 6). A partir de conocer el desarrollo  y problemática de los sistemas de educación superior se considera que entre los  principales retos y desafíos están los siguientes:
  Dentro  de los retos que se deben plantear las IES de Latinoamérica podemos mencionar  el de avanzar de manera más acelerada en materia de comunicación, difusión e  incorporación de nuevas ideas, conocimientos y técnicas. Lo anterior  conllevaría a un avance en la producción de innovaciones en los diferentes  sectores de la educación. Para que dicho avance se realice es indispensable el  desarrollo de las redes de conocimiento en la fase de integración económica de  nuestras regiones, y que dichas redes se fortalezcan a partir de las  interacciones, intercambio y difusión del conocimiento entre académicos,  investigadores y entre las instituciones dedicadas a la generación de  conocimiento.
  En  la nueva sociedad se requieren de intercambios de saberes que permitan  complementar y comparar esfuerzos y eviten el aislamiento de las instituciones  dedicadas a la generación e innovación del conocimiento. Para ello es necesario  aprovechar el concepto y el proceso de integración económica y globalización de  las comunicaciones, pues el intercambio de conocimiento facilita el avance de  las tecnologías en comunicación y la instantaneidad de la información (Internet,  comunicación satelital).
  A  partir del escenario anterior surgen diferentes propuestas para abordar el  análisis de educación superior ante los nuevos escenarios que se presentan a  partir del finales del siglo XX e inicios del presente, por lo que partimos de  la propuesta de Brunner (2001) dentro de la línea de estudios organizacionales  que se orienta hacia la investigación de las transformaciones e innovaciones  que se gestan, y a los cambios prospectivos de los Sistemas de Educación Superior.
  Desarrollo de la educación superior: dimensiones e innovaciones
  Los  desafíos de la educación superior para el siglo XXI, requieren de una serie de  innovaciones que permitirán a la universidad pública participar en el actual  contexto de desarrollo económico globalizado. Creemos que las transformaciones  apuntan a trabajarse en las siguientes dimensiones: 
Las  dimensiones anteriores permiten comprender que la educación superior en América  Latina tendrá como desafío el cómo pensar y crear desde una sociedad que está  mudando en profundidad y aceleradamente un modelo de Universidad post-nacional,  post-estatal, organizada en forma de redes que aproveche todas las  potencialidades de las TIC, que posea sólidas bases en sus núcleos disciplinarios  y a la vez reúna aspectos del denominado modo 2 de producción de conocimiento.  Es decir, tal como señala Brunner (2001, p. 15), que desarrolle la capacidad de  formar analistas simbólicos en condiciones de insertarse con poder en la arena  global, que sea capaz de competir con los conglomerados universitarios del  norte, y a la vez mantener presencia y arraigo local y regional.
  De  las limitantes de la educación superior en América Latina no solo está la  necesidad de transformar el objetivo y la estructura organizacional de las  instituciones de educación superior, sino también la relación Universidad-Estado,  las formas de financiamiento, innovar su infraestructura en materia de  información y comunicación, así como hacer más flexibles sus programas  educativos, entre otros, siendo la limitación más fuerte la del escaso  desarrollo de sus capacidades de conocimiento, de capital humano y de  capacidades tecnológicas, institucionales y de generación y gestión de  innovaciones, lo que hoy es un déficit estructural para competir e integrarse  al mundo global (Brunner, 1999). Hoy en día, las principales trabas para la  innovación y las transformaciones de la educación superior en América Latina son  del financiamiento, necesario para su avance.
  Innovaciones desde el trabajo académico en las universidades
  La  educación superior en América Latina tiene que tomar en cuenta para su  participación en el desarrollo económico a tres aspectos centrales considerados  Innovaciones a nivel global: las interfaces, la comunicación y la competencia,  como las principales que han iniciado y se fortalecen a futuro.
  Las interfaces  son las nuevas formas de organizar el trabajo a partir de relaciones entre las  instituciones de educación y el contexto externo (empresas, agencias de  innovación, oficinas consultoras, gobiernos, etcétera), donde la universidad ya  no es el único recinto de producción de conocimiento. Esto requiere de cambios  en el mercado laboral académico, la gestión institucional se convierte más  empresarial, el perfil del alumnado se modifica, y se flexibilizan las opciones  de programas de enseñanza (a distancia y educación para la vida).
  Surge  el analista simbólico, producto de la revolución de la información y las  telecomunicaciones, los cuales tienen como función ser expertos en cualquier  ámbito de actividad, dedicándose a manipular información, y a la producción,  adaptación, selección, transferencia, aplicación y uso innovador del  conocimiento (Gibbons, 1997; Brunner, 1999; Didriksson, 2000).
  Esto  representa lo que serán las nuevas formas de dividir y organizar el trabajo con  conocimientos avanzados, a partir de la prestación de servicios profesionales; dicho  profesional del conocimiento se interesa en la aplicación del conocimiento para  solucionar problemas, en la producción de aplicaciones novedosas, así como en  la gestión de redes de conocimiento.
  Otra  innovación a la que hacemos referencia es la comunicación dentro del contexto  académico, donde la educación a distancia y programas por redes electrónicas  surgen como actividades alternativas; asimismo, nos encontramos en la era de la  Universidad virtual, donde el sector público tiene que ofrecer cambios en las  modalidades de formación que se imparten. 
  Las  transformaciones, fundamentalmente en las TIC, han generado cambios en las  formas tradicionales de acceso al conocimiento, por lo que nuestras  universidades no únicamente compiten entre las instituciones que conforman el  propio sistema de la región sino con las de los países desarrollados y con la industria  de la información, así como también con las diferentes iniciativas (empresas,  laboratorios, agencias, consultorías, etcétera) que se dedican a generar y  distribuir conocimiento (Brunner, 2000).
  Hacia una nueva universidad en el marco de la sociedad del conocimiento
  América  Latina debe diversificar las formas de generación y distribución del  conocimiento, pues este se centra, principalmente, en las Instituciones de  Educación Superior. Uno aspecto en el que la educación superior en América Latina  tiene que avanzar de manera inmediata, es la incorporación de nuevas  tecnologías de la información y comunicación no solo con fines didácticos en  los procesos de enseñanza aprendizaje, sino para el desarrollo de nuevas formas  de educación, como es la educación continua. La modalidad es la educación a  distancia, donde el uso de redes es indispensable para los nuevos ambientes  educativos (caracterizados por la educación continua y a distancia). También se  presentan cambios en la certificación de competencias y trayectorias de  aprendizaje, por lo que se debe plantear flexibilidad en los procesos  formativos por la movilidad y cambio en los mercados laborales.
  Se debe  poner como prioridad para el desarrollo la estrategia de consolidar capital  humano, ya que la competitividad se sustenta esencialmente en el conocimiento y  los recursos humanos calificados, por lo que se debe disponer de este capital  humano capaz de realizar funciones dedicadas al desarrollo y la investigación.  Esto permitirá avanzar a una economía globalizada donde las diferencias entre  países no se agudicen, sobre todo las de los países menos desarrollados.
  Las  sociedades inmersas en procesos de cambio acelerado en todos los ámbitos,  requieren transformaciones en la organización  y funcionamiento de la educación en sus distintos niveles, principalmente en la  educación terciaria. Los cambios que hemos presenciado en la última década del  siglo XX serán más constantes y acelerados en los años venideros en todas las  esferas de la vida de la sociedad: económica, política, organización del  trabajo, técnicas de producción, por lo que se requerirán nuevas necesidades en  lo referido a las competencias y conocimientos que permitan a los individuos  participar en el mercado laboral.
  Los  cambios que se presentan para el desarrollo de la educación superior serán los  de la revolución científica y tecnológica que en el presente observamos su  evolución. Los conocimientos científicos y tecnológicos así como el desarrollo  de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación permitirán un  desarrollo más acelerado del conocimiento y del acceso al mismo, lo que  contribuirá a cambios de flexibilidad en los procesos de formación y mayor  grado de interacción e intercambio entre las comunidades académicas lo que coadyuvará  en el mejoramiento de la calidad educativa.
  En  la estrategia para generar un capital humano dentro de los cambios antes  señalados se requiere de una política de educación, investigación y  capacitación de mano de obra, que permita una mejor calidad de la fuerza  laboral.
  Lo  anterior debe vincularse con la inversión en ciencia, tecnología, innovación en  procesos productivos e investigación, por lo que se requiere de una redefinición  del financiamiento para investigación y desarrollo, así como un cambio  orientado a la calidad de los sistemas de educación y su organización. Esto  implica un cambio necesario en lo general desde modelos flexibles, relaciones  de vinculación IES-empresas, procesos de enseñanza-aprendizaje innovadores,  investigación y sector productivo, así como cambios en la función del docente y  en la función del alumno.
  El  mejoramiento en la calidad de la fuerza de trabajo será posible a través de la  educación y el entrenamiento, lo que coadyuvará a elevar los niveles de  productividad. Los recursos humanos que se requieren son aquellos que poseen  actitudes innovadoras, flexibilidad y capacidad para adoptar nuevos procesos  productivos y tecnológicos. Para la formación de estos nuevos recursos humanos es  necesario que el sistema educativo genere en los estudiantes una cultura de  innovación, competencia y productividad. Para lograr lo anterior, la inversión  del Estado en capacitación contribuirá a la elevación de la productividad.
  La  función prioritaria de la universidad es la formación de profesionistas con la  capacidad de participar, adaptarse y funcionar eficientemente en la actual  sociedad global, sin dejar de lado la formación humanista y vocación social que  les permita participar en el desarrollo de su sociedad (Gacel-Ávila, 2000). En  ese sentido, el actual proceso de globalización requiere de transformaciones en  las IES, así como innovaciones e interfaces que permitan el avance hacia las  características que se requieren para la sociedad del conocimiento.
  Transformaciones  de la universidad: retos y compromisos
  Aunado  a los procesos de modernización y al desarrollo de la globalización en los  sistemas educativos se presenta la reducción del financiamiento del sistema  educativo y el crecimiento del sector privado de educación y la fragmentación  del trabajo académico pues el personal docente no conjunta la investigación,  enseñanza y difusión en su práctica profesional. Esta fragmentación se presenta  principalmente por la contratación de tiempo parcial a quien se le exige  fundamentalmente que se desempeñe en la enseñanza. Así resuelven las  instituciones el problema inmediato de la atención a los alumnos inscritos.
  Por  su parte, a los académicos se le les exige que realicen actividades docentes,  de investigación y de difusión. A este sector del profesorado se le permite la  vinculación con el sector productivo, a través de la venta de servicios y  generación de ingresos propios para la institución; el profesor recibe parte de  los mismos como retribución por la realización de dicha actividad, trayendo  como consecuencia cambios en la estructura del trabajo académico.
  El  esquema de difusión social del conocimiento por la universidad se modifica a  partir de la utilización de las nuevas tecnologías que permiten la  universalización del conocimiento, por medio de la información y la  transferencia instantánea, pues el producto resultante de los procesos de  investigación puede no ser propiedad de la universidad sino del organismo o empresa  privada que lo financió.
  A  partir de lo anterior, la Universidad en el mundo moderno debe plantearse el  inicio de procesos de transformación en sus estructuras, estar acorde en las  exigencias científico tecnológicas y orientar la formación de recursos humanos hacia  un contexto económico integrado y competitivo, es decir, se inicia el proceso  de “empresalización” de la Universidad a partir de los cambios que se han  iniciado en la organización, entre los cuales podemos mencionar:
En el caso de la Universidad y sus transformaciones en la modernización, se considera que la transformación que se ha iniciado es a partir de la existencia de una ruptura, que conlleva a repensar y construir una nueva Universidad acorde a las nuevas demandas sociales y económicas. La nueva Universidad que se perfila y que se construye en el presente se caracteriza por los siguientes aspectos:
Los  cambios en el contexto económico, en relación con las instituciones de  educación superior no solo afecta a las estructuras y los procesos, sino también  a los propios sujetos que en ella coexisten: académicos, estudiantes,  administrativos y trabajadores. De ahí que sea importante abordar las  trasformaciones de la universidad en el contexto de la globalización a partir  de las realidades específicas de cada nación para dar fe de ello.
  En  el dispositivo de ordenamiento institucional se ubican la regulación del Estado  sobre la Universidad y a partir de ello esta cumple su objetivo como  institución sobresaliendo lo que se denomina autonomía regulada, donde se  articulan políticas de evaluación, financiamiento y cambio institucional a  partir de los programas gubernamentales, los cuales se están orientando a las  nuevas exigencias a futuro que es la formación de profesionales y saberes para  el desarrollo económico y de la sociedad. Por lo tanto, estas se deben dedicar  a la producción y transmisión de conocimientos y a la atención de necesidades  requeridas en su contexto. 
  Lo  anterior enmarcado en la nueva conceptualización de modernidad, donde se ubica  el quehacer de la Universidad e impera la evaluación de la institución y de los  individuos en aras de lograr la excelencia. La rendición de cuentas al Estado  es la nueva forma de control de este hacia las universidades, las cuales también  deberán rendir cuentas a la sociedad.
  Conclusiones
  La  transformación de la universidad y su influencia en el trabajo académico y  producción del conocimiento se presenta como consecuencia de la modernización. Es  relevante indagar sobre los efecto y las condiciones en que se realiza el  trabajo académico y los cambios que en ello se ocasiona a partir de las nuevas  políticas públicas que en la última década se han orientado de parte del Estado  para la universidad, implicando un proceso de cambio acorde a las nuevas  circunstancias económicas y sociales derivadas de los procesos de integración  global.
  La  adaptación de las instituciones de educación superior al contexto de  globalización con una visión de mercado admitida no sólo por la burocracia  institucional sino también por el propio personal académico, hace concebir que  esa es la única fórmula de conducción del sistema no presentando los docentes  alternativas desde dentro, sino por el contrario, ejerciendo sus prácticas  laborales dentro de este esquema, lo que traerá como consecuencia la pérdida  total de autonomía y continuar observando cómo los cambios en su proceso de  trabajo son decididas no por su gremio sino por el Estado y los administrativos  de las IES, a partir de los lineamientos del proceso de globalización. Por lo  tanto “la modernización de la  universidad debe ser comprendida a partir del reconocimiento de la aparición de  un nuevo modo de racionalidad que posibilita la regulación de las instituciones  y la conducción de los sujetos en nuevos términos” (Ibarra 2000, p. 2).
  Con  respecto a la relación Universidad-Estado, en esta década se sustituye la  relación benevolente para con la universidad por la de vigilancia a distancia y  autonomía regulada, imperando la evaluación y vigilancia de los productos cuyos  procesos están controlados por disposiciones gubernamentales que garantizan el  cumplimiento de programas y estrategias diseñadas para educación superior. 
  La  sociedad del conocimiento es una prospectiva innovadora para la cual la  universidad deberá transformarse e innovarse para su participación en la  generación, transferencia, intercambio y difusión del conocimiento, con el uso  de las TIC, toda vez que en la sociedad global el conocimiento es el principal  factor de riqueza. Las universidades deben atender la conformación de un perfil  profesional de los académicos, en funciones de docencia e investigación, acorde  a las necesidades actuales de la sociedad, del crecimiento económico y las nuevas  funciones de la universidad dentro del contexto de globalización y sociedad del  conocimiento.
  La  prospectiva de la sociedad del conocimiento y su relación con los procesos de  transformación e innovación que ante el contexto de globalización se le exigen  a la universidad para su participación en el desarrollo económico, y por lo  tanto, que esta pueda coadyuvar en la construcción de la sociedad del  conocimiento. Se realiza el análisis desde la sociología de las organizaciones,  donde ubicamos el modelo de Brunner (2000), quien señala la necesidad de  transformar la educación superior en las dimensiones de: acceso a la  información, acervo de conocimiento, mercado laboral, disponibilidad de TIC y  mundos de vida. Con respecto a las innovaciones que a nivel global se han  iniciado, estas son las interfaces, la comunicación y la competencia. 
  
Bibliografía
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