La práctica interdisciplinaria aplicada al estudio de la comunicación y la información mediada por tecnología digital

General reflections on interdisciplinary practice applied to the study of communication and information mediated by digital technology

 

Gustavo León Duarte
Universidad de Sonora, México
gustavoadolfoleon@gmail.com

 

Resumen
¿Cuándo y por qué es necesaria la aplicación de una perspectiva de investigación interdisciplinaria en el estudio de la comunicación? ¿Cuáles son y en qué consisten los pasos teóricos esenciales para implementar una perspectiva de investigación de esta naturaleza? Este artículo aspira a responder estos y otros cuestionamientos a la vez que los lleva a la práctica abordando un problema social y comunicacional complejo.

Palabras clave: interdisciplina, teoría de la comunicación, investigación de la comunicación.

Abstract
When and why did the application of an interdisciplinary research perspective in the study of communication is necessary? What are they and what constitutes essential theoretical steps to implement a research perspective of this nature? This article aims to answer these and other questions at a time that implements a complex social and communication problem.

Key words: interdisciplinary, communication theory, communication research.


Fecha recepción:   Febrero 2015          Fecha aceptación: Julio  2015


Introducción
Una primera motivación que usualmente sirve también de justificación para implementar  una perspectiva de investigación interdisciplinar en las ciencias sociales lo constituye el hecho de que esta puede mejorar la comprensión de problemas sociales complejos que son posibles de explicar —y acometer— mediante la integración de ideas desde diferentes perspectivas epistemológicas. Mientras que dicha potencialidad no siempre es explícita en la literatura sobre la interdisciplinariedad, lo está al menos implícita en diversas definiciones de la interdisciplinariedad. Por ejemplo, en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE, 2014),  se define el término interdisciplinariedad como la cualidad de ser interdisciplinario, refiriéndose por esta al estudio que se realiza con la cooperación de varias disciplinas. En el Diccionario de la Investigación Científica (Tamayo, 2009), interdisciplinariedad denota un conjunto de disciplinas conectadas entre sí y que poseen relaciones definidas, de manera que sus actividades no se producen de forma aislada, separada o fragmentada. Ambas definiciones están relacionadas con la perspectiva de la interdisciplinariedad como marco metodológico para la investigación en la que hay una integración de teorías, métodos y, en general, integración de acciones y estrategias científicas entre diferentes disciplinas. Desde una perspectiva científica más general, Szostak (2002), sostiene que la interdisciplina puede ser entendida como la apertura a la aplicación de todas las teorías y los métodos a cualquier conjunto de fenómenos. Es decir, de acuerdo con Szostak (2002), la perspectiva interdisciplinaria está abierta a las aplicaciones de cada uno de los tipos de perspectivas éticas y epistemológicas. En el plano latinoamericano, Follari (2001, 2005, 2013), apunta que la perspectiva interdisciplinaria si bien no promete resultados siempre exitosos, abriría la puerta necesaria para respuestas más esclarecedoras pues posibilita la síntesis de determinados aspectos en las teorías, métodos y desarrollos disciplinares, procurando una integración mutua en relación a propósitos prefijados: “Por interdisciplina entendemos que modelos, leyes, categorías, técnicas, etcétera, provenientes de disciplinas científicas diferentes, se mezclen entre sí para promover un conocimiento nuevo, un producto que resulte diferente de lo que existía en las disciplinas que contribuyeron a configurarlo” (p.123). Por tanto, a partir del breve epítome proactivo hacia la perspectiva interdisciplinar, creo que es conveniente cuestionarse ¿la práctica interdisciplinaria permite efectivamente mejorar la comprensión de problemas sociales complejos? S es así, ¿cuándo y por qué es necesaria la aplicación de una perspectiva de investigación interdisciplinaria en el estudio de la comunicación? ¿Cuáles son y en qué consisten los pasos teóricos esenciales para implementar dicha perspectiva de investigación? El presente texto aspira a responder estos y otros cuestionamientos, y a la vez intenta llevar la reflexión a la práctica abordando un problema social y comunicacional complejo: la comunicación mediada por tecnologías digitales inteligentes que realizan hoy en día las nuevas Generaciones Interactivas (GI).

¿CUÁNDO Y POR QUÉ ES NECESARIA LA APLICACIÓN DE UNA PERSPECTIVA DE INVESTIGACIÓN INTERDISCIPLINAR? SEIS PUNTOS CLAVE DE PARTIDA

1). El falso debate disciplina/interdisciplina. Un primer elemento que considero necesario señalar es la necesidad más o menos urgente de que en el campo de estudios de la comunicación latinoamericana se realice una discusión epistemológica seria sobre la perspectiva interdisciplinar partiendo de desenmascarar el falso debate que supone el enfrentamiento entre los términos disciplina e interdisciplina. En mi opinión, una clave de entendimiento es que la perspectiva interdisciplinaria existe solo en la medida de que existan distintos aportes disciplinares que la nutran. Es decir, no puede existir la interdisciplinariedad si no existen las disciplinas. Por tanto, más que un posicionamiento de confrontación o enfrentamiento entre los términos disciplina e interdisciplina, la pregunta clave de partida debe ser ¿cuál es o cuáles podrían ser los aportes del campo de estudios de la comunicación a la perspectiva interdisciplinar? Ello recientemente ha sido tratado por la investigadora María del Carmen de la Peza Casares (2012) cuando aboga por la disciplinarización de la comunicación y expresa el auto cuestionamiento asumido por el profesor Roger Craig (2008) en los siguientes términos: “La cuestión no es si la comunicación seguirá siendo un campo interdisciplinario, pues ciertamente lo seguirá siendo. La pregunta abierta es si la comunicación puede también tener un núcleo teórico que permita a los investigadores de la comunicación abordar tópicos interdisciplinarios desde un punto de vista disciplinario particular, que aporte valor real a la empresa interdisciplinaria” (2012, p.  16).
2). Interdisciplina y problemas sociales complejos. Un segundo elemento básico es comprender que un estudio interdisciplinar es necesario cuando en definitiva tenemos una o varias perspectivas disciplinares que son limitadas en la explicación del fenómeno social. O mejor aún, cuando nuestro problema social es tan complejo que definitivamente trasciende cualquier límite disciplinar. ¿Esto significaría que los sistemas, fenómenos o problemas sociales complejos son una condición necesaria para implementar una perspectiva de investigación interdisciplinaria? En mi opinión, definitivamente sí. Es decir, se parte de entender que la perspectiva interdisciplinaria puede ser una respuesta eficaz cuando el problema social es abordado de manera provechosa desde un campo y como parte de un entendimiento limitado y parcial o particular de su sistema complejo. Lo que equivale a decir que quien realiza estudios interdisciplinarios puede ayudar a entender mejor el problema social con la ayuda de varias disciplinas o campos de estudio que trabajen de manera integrada.
3). Interdisciplina, integración de ideas y equipos. Un tercer elemento deviene de comprender que el trabajo interdisciplinario implica necesariamente el trabajo grupal o el trabajo en y con un equipo de investigación integrado por distintas opciones disciplinares y en función de los objetivos de investigación. Lo que supone que cada miembro del equipo esté sistemáticamente formado dentro de cada disciplina participante. Por lo mismo, el esfuerzo de comunicación, entendimiento y apertura de sus integrantes es permanente. Lo mismo ocurre desde la definición y la distribución del peso y del aporte epistemológico proveniente de cada aporte disciplinario específico. Lo interdisciplinario debe entenderse como integración y no la eterna búsqueda por “entronizar” o privilegiar el predominio de determinada disciplina sobre otra(s).
4). Interdisciplina: hacia una visión inclusiva y comprensiva. Un cuarto punto es, precisamente, la integración de los aportes disciplinares. Un método efectivo para abordar y explicar un problema social complejo debe ofrecer un profundo acercamiento disciplinar a partir de los aportes específicos así como en su auto organización, patrón complejo producido por la interacción general de dichas aportaciones. Por ejemplo, de acuerdo con Newell (2001, p. 22), la perspectiva interdisciplinaria es candidata lógica para desarrollar sistemas específicos, completos y complejos de fenómenos sociales solo si los aportes disciplinares tienen experiencia o desarrollos previos y pueden ser tratados como aportes de estudio mediante facetas individuales o sub sistemas. En coincidencia con García (2013: 193), Newell (2001, pp. 13-25), entiende que el estudio interdisciplinario debe trazar profundas percepciones desde las disciplinas relevantes y debe buscar integrar aquellas en un modelo más inclusivo y comprensivo de entendimiento. A fin de justificar dicho acercamiento, Newell (2001) sostiene que el objeto de estudio debe ser multifacético, además de que sus facetas deben ser coherentes. Si no es multifacético entonces acercarse mediante una sola disciplina o campo de estudio bastará ya que puede ser estudiado adecuadamente desde una perspectiva reduccionista.
5). Interdisciplina: debilidades, condicionantes y límites de las realidades latinoamericanas. Un quinto punto que en mi opinión es quizás de los menos pensados y tratados en el campo de la comunicación pero ciertamente de los más difíciles de incorporar es el asumir, además de las aportaciones y fortalezas de cada disciplina, las debilidades, condicionantes y límites de las realidades latinoamericanas. En este contexto, para poder crear, la perspectiva interdisciplinaria debe necesariamente conectarse con una realidad precaria y vulnerable. Como ya señalaba Jesús Martín Barbero (1984, pp. 17-24) hace tres décadas, en Latinoamérica los estudiosos del campo construyen teoría en medio de golpes económicos, políticos e institucionales, en medio de la precariedad de los recursos materiales, técnicos y humanos. La interdisciplinariedad reconoce que la mayoría de todos los fenómenos sociales están conectados entre sí. Aunque de manera imperfecta, es posible identificar distintos fenómenos sociales y sus regularidades causales, aunque esto último probablemente se vea influenciado por las realizaciones de muchos otros fenómenos. Bajo esta perspectiva, la iniciativa académica grupal debe abarcar un conjunto mucho más amplio de indicadores y condicionantes así como de relaciones y vínculos entre los fenómenos sociales a ser abordados.
6). La interdisciplina en el abordaje de un sistema complejo particular. Sexto, en el caso del Pensamiento Latinoamericano de la Comunicación (León, 2006, pp. 31-60), desde hace al menos tres décadas, sus pensadores por lo general están preocupados por analizar la comunicación desde la perspectiva sociocultural. Y por lo tanto, como un sistema complejo no lineal. Efectivamente, el trabajo académico de investigación está fuertemente fincado en la forma de la complejidad generada por relaciones no lineales entre un largo y amplio número de componentes, y en la influencia de componentes y relaciones del sistema en su patrón general de comportamiento. En las ciencias naturales y sociales está ampliamente aceptado que cada disciplina se centre en un grupo de variables interrelacionadas observables desde su perspectiva. Esas variables pueden ser vistas con facilidad como componentes de un sistema determinado. Si hay alguna coherencia para cada disciplina, entonces las variables en las cuales se centra deberán ser más cercanas y directamente relacionadas entre las variables estudiadas por otras disciplinas. Si, tal y como la mayoría de los autores interdisciplinares lo aceptan (ver, por ejemplo, Klein, 1990, 1996, 2001, 2013; Newell, 2001, 2013; Repko, 2008; Repko, Szostak y Buchberger, 2013; Szostak, 2002, 2013), el estudio interdisciplinario es diseñado en la perspectiva de más de una disciplina para integrar y sintetizar un entendimiento más comprensivo, creo, consecuentemente, que es necesario incluir también las relaciones no directas entre el gran grupo de variables asociadas juntas. Visto como un todo, ese gran grupo de variables y relaciones puede ser provechosamente pensado como un sistema complejo. Mi posición es que los interesados en realizar investigación interdisciplinaria entiendan y puedan llevar mejor el oficio manteniéndose en la posición de desarrollar sistemas complejos específicos y estudiando su comportamiento. En particular, reconociendo críticamente qué se está intentando identificar y darle sentido fuera del patrón de auto-organización del fenómeno presentado por un sistema complejo particular.

 

LOS APORTES TEÓRICOS DE LA COMUNICACIÓN. ¿CÓMO ENTENDER, DISEÑAR, ORGANIZAR E IMPLEMENTAR UNA PERSPECTIVA INTERDISCIPLINARIA?

La tendencia interdisciplinaria, multi y transdisciplinaria en las ciencias sociales ha existido desde el mismo momento en que surgieron las disciplinas. Estas han constituido a veces el origen de nuevas disciplinas, incluyendo algunas que no se cristalizaron y que finalmente desaparecieron. Esta dinámica de cooperación interna y de fertilización cruzada entre disciplinas no solo existe entre los distintos campos de estudio que conforman las ciencias sociales. También es un elemento característico de las interacciones entre las ciencias sociales y otros campos del conocimiento, especialmente en las humanidades y las ciencias naturales (Silbereisen, Ritchie y Overmier, 2009). Por ejemplo, en los últimos años los estudios de innovación tecnológica parecen ganar la atención, no solo en estudios de ciencia y tecnología, que han sido campos relativamente segmentados y separados de las disciplinas que tradicionalmente conforman las ciencias sociales y humanas, sino también los estudios legislativos o del derecho, de política pública, economía, entre otras (Craig y Tracy, 2014). En las ciencias naturales y sociales, está ampliamente aceptado que cada disciplina se centra en un grupo de variables interrelacionadas observables desde su perspectiva. Esas variables pueden ser vistas con facilidad como componentes de un sistema. Si hay alguna coherencia para cada disciplina, entonces las variables en las cuales se centra deberán ser más cercanas y directamente relacionadas (o linealmente relacionadas) entre las variables estudiadas por otras disciplinas. Por ejemplo, si el objeto de estudio es multifacético pero no coherente, entonces el diseño de un acercamiento interdisciplinar lo hará, ya que no hay necesidad de una integración propiamente. Como ya señalábamos anteriormente, si no es multifacético, seguramente el estudio desde una sola disciplina o campo de estudio bastará, ya que puede ser abordado adecuadamente desde una perspectiva mono-disciplinar. A fin de justificar ambos elementos, el objeto de estudio de la perspectiva interdisciplinaria debe estar representado por un sistema en tanto traza percepciones desde las disciplinas y las integra. Si las conexiones entre las distintas facetas son predominantemente no lineales, el sistema desarrollará características más complejas.
Por ejemplo, cuando nos acercamos a estudios como los de Internet y las relaciones interactivas de los niños y jóvenes menores de edad con las tecnologías digitales en general, podemos adoptar varios puntos de vista sobre el fenómeno, diferentes posiciones que permitan acercarnos a su comprensión. Por tanto, partimos de integrar al debate la necesidad de contemplar lo disciplinar y lo interdisciplinario desde diferentes dimensiones que permitan matizar las posibilidades reales de analizar y explicar un fenómeno social complejo y multidimensional. Una problemática social compleja y de carácter multidimensional como es la comunicación y la información mediada por tecnología digital inteligente no puede ser abordada si no se toman en cuenta, por ejemplo, variables psicológicas, sociológicas, comunicacionales y educativas (entre algunas otras). Esto exige un cierto grado de diálogo entre distintas disciplinas.
Así, en el caso del campo de estudios de la comunicación sus modelos teóricos usualmente se desplazan dentro de un sistema de pensamiento que se sitúa entre dos polos. Por un lado, un sistema que vincula combinaciones de componentes y sistemas simples. Pensemos, por ejemplo, en el desarrollo histórico del modelo de comunicación básico donde su tema, objeto y problema mediático analizado presenta, incluso, múltiples niveles de componentes, relaciones, conexiones y escenarios categorizados en orden jerárquico o con base en cierta estructura. Sin embargo, un sello de identificación central son las relaciones entre esos componentes y sus conexiones que son predominantemente lineales. La estructuración de un sistema de integración e interconexión simple en los estudios de la comunicación mundial surgen con Shannon desde 1947, mediante la teoría (modelo) matemático aplicado a las relaciones de producción y distribución del acto comunicativo (Shannon, 1948). En términos de definir el objeto de estudio desde esta perspectiva, históricamente la comunicación se ha definido como el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante el habla, escritura u otro tipo de señales. Por lo general, las formas de comunicación requieren de relaciones lineales entre un emisor, un mensaje y un receptor destinatario, incluyendo el contexto donde el receptor esté o no presente y consciente (o no) del intento comunicativo por parte del emisor para que el acto de comunicación se realice. Desde este modelo, el proceso comunicativo lineal concluye cuando el receptor decodifica el mensaje y proporciona una respuesta. En el caso del planteamiento de sistemas de relación más complicados (es decir, basados en relaciones más complejas bajo una relación lineal) puede verse el patrón teórico de las emociones de la comunicación y los modelos teóricos de la comunicación intercultural (Rodrigo Alsina, 1999, 2001). En el caso de sistemas de relación más complicados e incluso sistemas de relaciones complejas y que llegan a establecer relaciones no lineales, creo que puede ubicarse desde la matriz inclusiva de distintos modelos teóricos de la comunicación que puedan interactuar integradamente (Craig, 1999, 2007). Es decir, lo que acertadamente Vidales (2015, p. 26) llama un metamodelo o un modelo de segundo orden en tanto integra las siete tradiciones teóricas en el estudio de la comunicación en función de las consecuencias prácticas que estas pueden tener para la vida social y para el mejoramiento de procesos comunicativos. En el plano latinoamericano, el modelo de análisis de la comunicación desde las mediaciones y los sujetos, esto es, desde la articulación entre prácticas de comunicación y movimientos sociales (Martín Barbero, 1987, p. 11).
En el contexto del papel del proceso de comunicación mediado por tecnologías digitales como un elemento nuclear de la globalización, Repko (2008) y Patry (2013) afirman que la interdisciplinariedad debe verse como un proceso que permite solucionar conflictos, comunicarse, cotejar y evaluar aportaciones disciplinares a la vez que sugiere la integración de datos sobre marcos epistemológicos integradores previos. Por esta razón, y desde una posición amplia, sugiero, retomando los estudios de Klein y Newell (1996), que la interdisciplinariedad sea entendida por los estudiosos del campo de la comunicación como el proceso y la filosofía organizacional aplicada a la investigación académica científica. Particularmente, como un proceso de diseño e investigación que permita responder a una pregunta, a la solución de un problema, o hacer frente a un tema que es demasiado amplio o complejo para ser abordado adecuadamente por una sola disciplina o profesión. El estudio interdisciplinario, por tanto, se nutriría de las propias perspectivas disciplinares y buscaría integrar sus conocimientos a través de la construcción de una perspectiva más amplia (Klein y Newell, 1996). Creo, por tanto, que el proceso de diseño e investigación interdisciplinario es una forma de pensar y de proceder para enfrentar al conocimiento de la complejidad de la realidad actual y aspirar a resolver cualquiera de los complejos problemas que se plantean y se hacen evidentes, tanto al interior de la estructura de cada disciplina como en la validez de las opciones que definen las posiciones, las estrategias y las prácticas científicas y académicas, tratadas aquí como un proceso histórico de conocimiento y de reconocimiento de sus agentes e instituciones (León, 2014, p. 15).
El profesor estadounidense W. R. Shadish (1986, 1993) fue el primer teórico dentro de las Ciencias Sociales contemporáneas en sugerir, mediante la iniciativa específica del Multiplismo Crítico (MC), el uso de múltiples teorías, hipótesis, métodos, investigadores, disciplinas y la síntesis de conocimiento, en un intento por explicar la realidad con mayor efectividad. Expresó que la combinación de múltiples estrategias y visiones elimina el sesgo que presenta cada una de ellas por separado, así como el favoritismo intelectual por las ideas propias. En todo caso, el cuestionamiento que aquí nos planteamos es si se puede aplicar la aproximación del MC o, en su caso, la puesta en práctica de la perspectiva de investigación interdisciplinaria en el mejor entendimiento de la comunicación mediada por tecnologías digitales que realizan las nuevas Generaciones Interactivas (GI) mexicanas y latinoamericanas. Entendemos por GI a las nuevas generaciones que han nacido inmersas en una sociedad globalizada, caracterizada principalmente por su interactividad con las TIC y la sociedad del conocimiento: las nuevas generaciones de niños y jóvenes cuya interactividad e intercambio informacional y comunicacional mediante tecnología digital inteligente está destinada a desarrollarse a través de al menos cinco ejes fundamentales en la producción de sentido: comunicar, conocer, compartir, divertirse y consumir (para mayor información ver: León et al., 2013, 2014). En la figura 1, se busca expresar cuáles podrían ser los contextos y los constructos teóricos básicos en el estudio de la Generación Interactiva (GI). La aplicación de la perspectiva de investigación interdisciplinar puede también llevar a considerar la explicación del todo desde una perspectiva única. Ese riesgo se reduce si el enfoque de la investigación es multiplista, ya que la ciencia puede considerarse como única, pero con múltiples facetas y aristas (Shadish, 1993). En la figura 2 aspiramos a expresar el tratamiento de las emociones, los usos, la socialización, las competencias y los rasgos y conductas de la GI y sus respectivos modelos (restringidos) disciplinares anidados. Lo que intentamos generar, a partir de las características que varían entre los individuos bajo estudio, son variables asociadas vinculadas principalmente con las oportunidades y los riesgos del menor de edad al comunicarse y producir sentido mediante dispositivos tecnológicos inteligentes con conexión a Internet en su vida cotidiana: para aprender, participar, jugar, trabajar y socializar (entre otras actividades). Es decir, partimos de entender que el Internet puede definitivamente agravar los riesgos del menor de edad al estar en línea y desarrollar también experiencias negativas en los menores como, por ejemplo, conductas y acciones encaminadas a potencializar el acoso, el hostigamiento y la exposición a la pornografía, entre otras acciones frecuentes. Por otro lado, nuestro estudio centra su análisis en la generación de respuestas útiles a la política pública del sector y al nivel de programas de ejecución sobre el cómo apoyar y promover oportunidades en línea para que cada vez más menores de edad se beneficien de las tecnologías digitales y el Internet. Este modelo inclusivo, con el cual hemos trabajado en varios estudios entre los años 2012 y 2014 (León et al., 2013, 2014), no solo contempla las relaciones particulares que se estudian al interior de cada disciplina, sino también las interacciones entre objetos y las aportaciones y potencialidades específicas disciplinares de los distintos campos. En este caso, es posible efectuar contrastes entre los modelos disciplinarios, estimando su poder explicativo particular y probando el poder explicativo del modelo inclusivo interdisciplinario. Esto es lo que se quiere expresar en la figura 3. Las estrategias de elaboración e implementación del modelo sigue la propuesta del MC al contemplar los modelos anidados a la postulación de modelos interdisciplinarios. También, hemos agregado la revisión de teorías y la integración de las mismas. Incluye, como ya adelantábamos, un diseño metodológico de corte mixto y utilizando una hipótesis de investigación basada en aproximaciones teóricas y campos disciplinares de estudio que comparten, por lo menos, uno o más elementos en común. Adicionalmente fue conveniente contar con aproximaciones teóricas que, de inicio, consideraban la integración y el contraste como sus constituyentes básicos, dando, por lo tanto, cabida a la conmensurabilidad de los modelos.
Ya hemos señalado que, por lo general, en las ciencias sociales cada disciplina se centra en el estudio de un aspecto específico de la realidad. En tanto la disciplina aspira a definir soluciones desde un particular sub sistema, la definición del problema está frecuentemente permeada por el contexto y escala de aquel sub sistema mono disciplinar. La tarea del grupo de investigación interdisciplinario es centrarse más en el patrón general integral basado en cada una de las aportaciones disciplinarias y modelado por el sistema complejo como un todo, redefiniendo de acuerdo a los objetivos buscados, a las preguntas de investigación e, incluso, a las hipótesis de partida específicas. Siguiendo a Newell (2001, 2013), y en aras de ir definiendo los pasos de diseño e implementación del proceso de investigación interdisciplinaria (los cuales son entendidos y abstraídos más como un procedimiento de solución a problemas complejos y conflictivos que supone el propio trabajo de organización y entendimiento del equipo de investigación), pasamos a definir las aportaciones disciplinares: los modelos, las perspectivas, las tradiciones y literatura propia que nutre y encarna al enfoque interdisciplinario que a lo largo de esta última parte del texto hemos mantenido como ejemplo: el estudio de la GI. Es decir, pasamos a definir las aportaciones disciplinares a la construcción del Modelo Inclusivo Interdisciplinar en el estudio de la GI:

 

MODELO INCLUSIVO INTERDISCIPLINAR. LA APORTACIÓN TEÓRICA DESDE LOS ESTUDIOS DE LA COMUNICACIÓN

Los estudios de la comunicación aportan a nuestro estudio algunas variables que son centrales para otorgarle al modelo epistemológico y, particularmente, a nuestra perspectiva de investigación interdisciplinar, las claves de integración con las aportaciones teóricas que realiza la sociología, la psicología y la educación, particularmente, la tecnología educativa. Por motivos estrictos y condicionados por el espacio editorial, aquí solo se desarrollan las aportaciones teóricas de la comunicación: a). La comunicación como una producción de sentido de las emociones en el menor de edad; b). La comunicación de las emociones, la construcción de la confianza y las interrelaciones del menor de edad; y, finalmente, c). La comunicación intercultural como una producción de sentido para el entendimiento y las emociones en el menor de edad.
Hoy en día, las emociones se han convertido en uno de los ejes centrales para la comprensión de nuestra sociedad. Históricamente en el campo de estudios de la comunicación varios han sido los teóricos especialistas que han trabajado esta línea de investigación. En nuestra opinión han destacado las contribuciones de Rodrigo (1995, 1999, 2001), Lits (1994) y Martín Barbero y Muñoz (1992). De acuerdo con el primero (2001), en el estudio de la comunicación de las emociones nos encontramos ante dos paradigmas dominantes. Por un lado, existe una concepción universalista, positivista y organicista de las emociones que tiene como autores de referencia a Darwin o a William James. Por otro lado, está el modelo relativista, interpretativo y construccionista que se fundamenta, entre otros, en los estudios del interaccionismo simbólico de Blumer y Goffman (Rodrigo, 2001). En el estudio de las relaciones interactivas de jóvenes y desde las aportaciones de la teoría de la comunicación, lo que interesa son las emociones comunicadas a partir de las interacciones sociales de los estudiantes de secundarias. Coincidimos con Miquel Rodrigo (2001:64), al expresar en este contexto que no nos interesa tanto el carácter ontológico de las emociones, sino más bien el carácter fenomenológico de las mismas. Por tanto, si a la teoría de la comunicación le interesa la manifestación, la interpretación y la comunicación de las emociones, debe partir, como dice el autor, desde el paradigma interaccionista. Por lo anterior, es preciso aclarar algunos postulados sobre los que se podría basar una perspectiva comunicativa de las emociones en el estudio en cuestión. Para ello, Rodrigo presenta una serie de premisas y características desde la concepción constructivista de las emociones (Rodrigo, 2001, pp. 63-68): A). Las emociones se caracterizan en que sus contenidos no son naturales sino determinados por los sistemas de creencias culturales y morales de una comunidad determinada. En este sentido, las emociones están vinculadas, afirma el autor, a un orden moral concreto. Desde esta perspectiva se pone de manifiesto que las emociones vienen establecidas por un orden moral y, por consiguiente, con su manifestación establecen y perpetúan un statu quo social. Las emociones están ligadas al orden social (deber-ser/ deber-hacer) de una comunidad determinada. Para efecto de la construcción del modelo interdisciplinario de este estudio, la importancia de las emociones reside precisamente en que establecen un orden moral latente que se ha interiorizado/aprendido, como se describe con mayor amplitud desde las aportaciones de la psicología y la sociología. B). Por otra parte, en el acto comunicativo, las emociones son aprendidas por el individuo al incorporar las creencias, los valores, las normas y las expectativas de su cultura. Así, como afirman Berger y Luckman, (2006, pp. 162-172), el proceso de socialización primaria comporta algo más que un aprendizaje puramente cognoscitivo. Se efectúa en condiciones de enorme carga emocional. Existen ciertamente buenos motivos para creer que sin esta adhesión emocional a los otros significantes, el proceso de aprendizaje sería difícil, aunque no imposible. Por lo que respecta al estudio las relaciones interactivas del menor de edad, las emociones son importantes para el papel que desempeña desde la socialización primaria y hasta la constitución secundaria de la identidad del joven. Somos conscientes de que, como individuo inserto en un sistema social, uno está sometido a una socialización permanente. C). Por su parte, Rodrigo (2001), afirma que las emociones son patrones socialmente aceptados en situaciones determinadas. En tanto patrones socioculturalmente aceptados e incorporados, están determinados por la experiencia y llegan a manifestarse en situaciones sociales específicas. Por ello, las emociones tienen sus propias reglas y no cumplirlas puede dar lugar a situaciones conflictivas. Los conflictos, específicamente, pueden estar estrechamente relacionados en el caso de nuestro estudio con las variables de riesgos en el uso de internet en los jóvenes de secundaria, como lo es la baja autoestima, la impulsividad, el uso desmedido del dispositivo inteligente, entre otros. En las emociones hay un componente cognitivo porque toda emoción requiere primeramente una comprensión y evaluación de lo que nos emociona o lo que emociona a los otros. Lo que produce una emoción es un significado socialmente compartido y justificado. Por ejemplo, un estudiante puede tener miedo de ser suspendido de una asignatura, pero no puede tener miedo de que el cielo le caiga sobre la cabeza, a menos que en su comunidad sea un miedo socialmente aceptado.
Una de las emociones que confluyen en el presente estudio y que se aborda desde una perspectiva comunicativa y afecta directamente la relación de los menores de edad con sus padres, hermanos, así como con sus pares, es la confianza. Para Rodrigo (2001) se ha referido a esta emoción como un contrato pragmático fiduciario. La confianza se convierte en una variable a analizar en el presente estudio; por medio de indicadores relacionados con la comunicación interpersonal en el contexto familiar así como la comunicación cara a cara entre los padres e hijos, entre hijos y hermanos, entre hijos y sus pares, entre otras relaciones. Por otro lado, en el acto comunicativo por lo general el emisor ha de tener en cuenta a sus destinatarios y la relación comunicativa que quiere establecer con ellos. De la misma forma, en la relación comunicativa se establece una serie de contratos pragmáticos con el o los destinatarios, de forma que estos hagan el uso adecuado, desde el punto de vista del comunicador del discurso (Rodrigo, 2001, p. 66). Así, el destinatario en el presente estudio, los jóvenes de secundaria, han de ser conscientes y saber cuál es la finalidad del mensaje. Cómo se puede usar e incluso qué efectos puede producirle a determinado receptor. Justamente en este sentido, el texto se pronuncia en la identificación de variables asociadas a los usos, la socialización, las competencias, los riesgos y la mediación de padres por el efecto que producen las informaciones que son emitidas por los menores de edad en los diversos dispositivos tecnológicos con conectividad a Internet a través de las redes sociales y las diferentes aplicaciones. Siguiendo a Rodrigo (1999), se puede entender por comunicación intercultural el proceso de interacción, de cooperación, de intercambio de información cognitiva y emotiva entre individuos que detentan diferentes culturas, es un encuentro que hace referencia al entendimiento. La comunicación intercultural es un ámbito privilegiado para resaltar las interrelaciones entre la comunicación interpersonal. Según Rodrigo (1999), la comunicación intercultural, por un lado, parte del principio de la dificultad o imposibilidad de comunicación entre los implicados. Señala que el proceso básico empieza con la percepción de las diferencias que sugiere que los participantes a menudo no comparten normas, creencias, valores y ni tan siquiera modelos de pensamiento y conducta. Para Rodrigo (2000), la interculturalidad se perfila como uno de los temas claves del siglo XXI, tanto por su transdisciplinariedad como por los múltiples problemas de investigación que se derivan de este objeto de estudio. Por ejemplo, uno de los temas más interesantes actualmente es el de las identidades. Por consiguiente, una de las variables a analizar en el presente estudio es el de identidad, constructo que será abordado con detenimiento más adelante y, que por sus vicisitudes, suele ser compartido entre los diversos campos del conocimiento en sus diferentes dimensiones. Como señalábamos anteriormente, lo que nos interesa en el presente estudio es analizar cómo es que los jóvenes de secundaria van transformando sus identidades a partir de una serie de variables asociadas que devienen del uso de los dispositivos tecnológicos inteligentes y que parten, a su vez, de una serie de conductas emocionales y afectivas que influyen de manera negativa y positiva en los usos que los jóvenes desarrollan con los dispositivos tecnológicos inteligentes. Así, la primera clave de intersección entre los diversos campos disciplinares que confluyen y aportan teóricamente al modelo de la perspectiva de investigación interdisciplinar en nuestro estudio son las interacciones sociales mediante dispositivos digitales inteligentes. Tal y como se discute y argumenta a continuación, el concepto de interacción social aplicado a las relaciones interactivas de los jóvenes menores de edad permite ser trabajado desde la educación, la psicología, la sociología y la comunicación. Mientras que para Rodrigo (1997, p. 13), la comunicación intercultural es un proceso de interacción, de cooperación, de intercambio de información cognitiva y emotiva entre individuos que detentan diferentes culturas o subsistemas que tiene como fin el entendimiento, para Berger y Luckman (1997, pp. 44-50) las interacciones sociales se conciben como una constante relación y comunicación con los otros, como una fuente de información que proporciona el alimento emocional que se necesita para mantener la relación social y la propia identidad del individuo. Por tanto, y debido a la importancia ineludible de las emociones en el desarrollo personal de los jóvenes adolescentes en los diferentes contextos y asumiendo que el menor de edad particularmente selecciona aquellas interacciones sociales que le pueden aportar experiencias emocionales positivas, lo que seguiría (y aquí por cuestiones de espacio editorial no se muestran) es dar cuenta de cómo la aportación de la teoría de la comunicación se integra dentro del modelo inclusivo interdisciplinar con otras aportaciones disciplinares profundas como son la sociología, la psicología y los estudios de la tecnología educativa.

REFLEXIONES FINALES SOBRE LA INTEGRACIÓN DE LA PERSPECTIVA INTERDISCIPLINAR

Hasta aquí creo que ha quedado claro que la aplicación de una perspectiva de investigación interdisciplinaria es necesaria cuando en definitiva tenemos una o varias perspectivas disciplinares que son limitadas en la explicación del objeto de estudio. Esto sucede cuando nuestro problema social es tan complejo que definitivamente puede tener una perspectiva limitada en uno o varios campos disciplinares específicos, lo que equivale a decir que los sistemas, fenómenos o problemas sociales complejos son una condición necesaria para implementar una perspectiva de investigación interdisciplinaria. Afirmamos también que la perspectiva interdisciplinar puede ser una respuesta eficaz cuando el problema social es abordado de manera provechosa desde un campo y como parte de un entendimiento limitado y parcial de su sistema complejo. Particularmente en este texto interesa enfatizar que el equipo académico y de investigación que diseña y realiza estudios interdisciplinarios puede ayudar a entender mejor el problema social con la ayuda de varias disciplinas o campos de estudio que trabajen de manera integrada. Particularmente cuando el equipo académico implementa un método efectivo para explicar tal fenómeno y estar en posibilidades de ofrecer un profundo acercamiento a cada faceta o cuestión teórica disciplinar específica. Justamente por esta razón, es esencial que el equipo interdisciplinario desarrolle un sentido por la perspectiva de las disciplinas y siempre se mantenga alerta y actualizado de posibles contribuciones potenciales a incorporar en el estudio respectivo.

Bibliografía

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